HACIA UN NARCOESTADO

En los últimos años la superficie del área cultivada de hoja de coca en el Perú viene aumentando anualmente, según lo indica el Informe Mundial sobre las drogas de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Crimen (UNODC) del 2022 y lo ratifica Devida.

Resulta que entre el 2020 y el 2022 han aumentado más de 30,000 Hectáreas, estamos ahora a nivel nacional según ese reporte con 95,008 Ha. lo que nos lleva a calcular que tenemos una producción potencial de cocaína de 870 Toneladas, es decir 870,000 Kg.

Un dato adicional que nos demuestra la fallida estrategia que estamos desarrollando en nuestro país en la lucha contra el narcotráfico.

Peor aún en el gobierno de Castillo se disminuyó sustancialmente la erradicación de cocales, en el 2021 solo se llegó a 5,775 Ha. habiéndose llegado en el 2019 a 25,526 Ha. (Proyecto Especial de Control y Reducción de Cultivo de Coca- Corah).

Estas cifras preocupan, ya que el narcotráfico es uno de los grandes impulsores de la inseguridad ciudadana al propiciar el aumento del consumo de cocaína en nuestras ciudades, además de financiar el narcoterrorismo que subsiste en el VRAEM, donde se produce casi la mitad de la cocaína que se fabrica en nuestro país.

Esta situación se agrava al permitirse que la narcoavionetas ingresen con impunidad a nuestro espacio aéreo, a pesar que se dispone de la ley 30339 de mi autoría, “Ley de Control Vigilancia y Defensa del Espacio Aéreo Nacional”, que permite su interceptación en el aire por nuestra Fuerza Aérea y que fue aprobada por unanimidad en el Congreso de la República en el 2015; irónicamente no se aplica por presión del gobierno de los EE.UU. el principal país cooperante en la lucha contra el narcotráfico; un contrasentido ininteligible.

Todos los días aterrizan narcoavionetas en nuestro país en pistas clandestinas y cargan 400 Kg de cocaína que transportan a Bolivia; eventualmente nuestra Policía Nacional las destruye, pero son reparadas en unos días por los narcotraficantes, contratando a gente de los poblados aledaños que son remunerados con fuerte sumas de dinero. Como vemos un accionar táctico absurdo que no logra ninguna efectividad tendiente a detener estos vuelos ilegales.

Empeorando aún más la lucha contra el narcotráfico tampoco se cumple la ley 30796 de mi autoría “Ley que Autoriza la Participación de las FFAA en la Interdicción contra el Tráfico Ilícito de Drogas (TID) en Zonas Declaradas en Emergencia”.

Esta ley autoriza que el Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea actúen contra el narcotráfico sin necesidad de apoyo policial en  las mencionadas zonas, como es el caso del VRAEM donde hay un fuerte despliegue militar estacionado en la zona, paradójicamente no se aplica este dispositivo legal al hacerse prevalecer paradigmas y/o preocupaciones por falsas acusaciones, que eventualmente podrían aparecer contra el personal militar, originando que se pierda efectividad en la captura de los involucrados en el TID; hoy estas capturas solo se realizan con el reducido personal policial ahí desplegado.

Definitivamente con estos candados jamás se derrotará al TID en nuestro país, convirtiendo la pacificación del VRAEM en una utopía.

Por ello no es exagerado vislumbrar que podemos llegar a convertirnos en un Narcoestado, sino corregimos nuestro accionar.

 

2 comentarios en “HACIA UN NARCOESTADO”

  1. Edward López Cazorla

    Excelente artículo Sr. Almirante.
    Concreto, claro y preciso, que desnuda una de las mayores amenazas a la Seguridad Nacional.

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