palabra devaluada

Pedro Castillo cumple un año en el gobierno no solo sin cumplir sus promesas de campaña, sino con resultados totalmente opuestos a lo que ofreció; irónicamente hoy todos los peruanos hemos perdido nuestro poder adquisitivo y se ha sumido en la pobreza a quienes con su trabajo y sacrificios habían logrado salir de ella.

Millones de peruanos se sienten engañados cuando recuerdan el eslogan que difundió masivamente en su publicidad de campaña: “No más pobres en un país rico”.

Hoy la inflación, la peor desgracia de los desposeídos, que les quita de su bolsillo el poco dinero que tienen para sobrevivir con muchísimas carencias, alcanzó una tasa acumulada interanual de 9.32% desde Julio del 2021 según ha informado el Instituto Nacional de Estadística e Informática; influyó en ello el aumento persistente de los precios de los alimentos y de los combustibles, angustiando a todos los peruanos. 

Por otro lado, la continua aparición de indicios razonables de actos de corrupción en los que estaría involucrado tanto Castillo como sus familiares y funcionarios de su entorno más cercano, demandan explicaciones claras en forma permanente ante la prensa, el congreso y la fiscalía, sin embargo, vemos todo lo contrario en los hechos: Silencio ante los medios de comunicación y el Congreso y todos los intentos jurídicos para abstraerse de las investigaciones fiscales.

Todo esto a pesar de que mencionó que estaba dispuesto a transparentar sus actos, reconfirmándolo en continuos discursos en los Consejos de ministros Descentralizados, en los que aprovecha para victimizarse; siendo sus propias decisiones tanto en el aspecto ético como en los asuntos de gobierno los que están llevando al Perú a un fuerte retroceso en su desarrollo y en la generación de políticas que garanticen mejores condiciones de vida para todos los peruanos.

Con una gran irresponsabilidad y buscando el aplauso populista viene haciendo promesas de ejecución de obras en las diferentes regiones del país, que difícilmente podrá cumplir, ya que desde el inicio de su gobierno ha persistido en nombrar como ministros y Altos funcionarios del Estado, a personas de su entorno sin las capacidades profesionales para desempeñarse con eficiencia en las funciones encomendadas.

Las cifras así lo demuestran “De los S/ 24,837 millones que administran los ministerios y entidades adscritas al gobierno, hay S/19,963 millones para obras sin ejecutar” (Gestión 02/06/22).

A esto habría que añadir el monto de las mencionadas promesas que ha hecho en el mes de junio y que el ex Ministro de Economía Luis Miguel Castilla calcula en S/7,200 millones.

Como vemos estamos frente a un gobierno que promete lo que el pueblo quiere oír sabiendo que no lo podrá cumplir, ante ello culpará al Congreso y a la Constitución de sus incumplimientos, una falsedad que conforme pasa el tiempo menos ciudadanos le creen.

Esto se comprueba con la última encuesta de Datum Nacional Urbano-Rural publicada el 14 de julio, solo el 20% de la población aprueba la gestión de Castillo, lo desaprueba el 75%, 4% más que el mes anterior.

Con este panorama llegamos al 28 de Julio en la que escucharemos el mensaje Presidencial con la palabra de Castillo devaluada, por lo distante entre sus dichos y sus logros, los que dejan claro su falta de atributos para gobernar a 33 millones de peruanos.

1 comentario en “PALABRA DEVALUADA”

  1. Como siempre acudirá a la mentira ya acostumbrada, prometiendo lo imposible, nuevamente acusando de persecución política; lo correcto sería presentar su renuncia.

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