Uno de los grandes impulsores de la inseguridad ciudadana en nuestro país es el narcotráfico al generar el negocio ilícito de las drogas; desafortunadamente su consumo viene aumentando en nuestros jóvenes, pudiendo llevarlos al delito y a afectar su futuro, tanto en sus estudios como en los emprendimientos que inicien.
Debemos tener en cuenta que los consumos de estas sustancias ilícitas afectan seriamente al cerebro humano, lo más sagrado que Dios no ha dado, constituyéndose en un enemigo de la salud pública.
Actualmente el Perú es el segundo productor de cocaína del mundo, exportando esta droga a nuestros países limítrofes, EE. UU., Europa, Asia y México.
Según la Oficina de Política Nacional para el Control de Drogas de la Casa Blanca (ONDCP) en su reporte del 2017 indicó que teníamos 49,800 Ha de hoja de coca, con una producción potencial de cocaína de 491 Toneladas (491,000Kg).
El 10 de marzo la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) presentó su informe del 2021, en él comenta lo siguiente: “En el Perú la situación es apremiante, la superficie total de cultivo ilícito de arbusto de coca en el Perú no ha dejado de aumentar, se contabilizaron 61,777 Hectáreas de hoja de coca en el año 2020”. (El Comercio 12/03/22).
Haciendo la proporción correspondiente nuestra producción potencial de cocaína habría estado ese año en más de 600 Toneladas (600,000 Kg), con este gobierno aumentará por la política antidrogas que se está implementando:
Ricardo Soberón presidente ejecutivo de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), está impulsando que los agricultores reduzcan sus cultivos de hoja de coca en forma voluntaria, una utopía que generará el efecto contrario y por ende el aumento de la producción de cocaína.
Un acuerdo en este sentido ha sido firmado por Soberón con los cocaleros de los valles Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), en Kimbiri-Cusco.
Preocupa además la disminución sustancial de la erradicación de hoja de coca por el Corah, que depende del Ministerio del Interior, en comparación con lo que se hacía hasta el 2019.
Para complicar el panorama el Congresista Guillermo Bermejo ha presentado un Proyecto de Ley que irónicamente sería para fortalecer la lucha contra el narcotráfico y establecer un nuevo régimen de la hoja de coca, proponiendo reconocer las 19 cuencas cocaleras que existen en el Perú e implementando un nuevo registro de productores de este sembrío, derogando artículos del Decreto Ley 22095 y el Decreto Legislativo 124; ambos instrumentos legales establecen que solo se puede sembrar coca en las 22,000 hectáreas empadronadas en 1978, el resto deben ser erradicadas; al formalizar con este nuevo registro a cocaleros ilegales los protegería de perder sus cultivos.
Si se aprobara esta norma legal, con la política implementada en Devida por Ricardo Soberón, la mínima erradicación de cultivos de hoja de coca y el anuncio del ministro de Defensa José Gavidia de que en el 2026 se desactivarían 40 Bases Contraterroristas de las FFAA, el Perú se convertiría en un narcoestado, trayendo como consecuencia el rechazo de la comunidad internacional, tangibilizada con sanciones a nuestro país, afectando a todos los peruanos.
Estemos atentos a la evolución de los cultivos de hoja de coca, un tema que tiene implicancias en nuestra seguridad nacional.
1 comentario en “INCREMENTO DEL NARCOTRÁFICO”
Buenos temas y buena pluma🤝
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