El odio exacerbado

El Expresidente Alberto Fujimori fue detenido en Chile en el 2005, tiene 17 años privado de su libertad, cuenta con 83 años y se encuentra muy delicado de salud.

Fue indultado el 24 de Diciembre del 2017. Su caso llegó a la Corte Interamericana de DDHH, resolviendo que en sede nacional debería dilucidarse la procedencia de esa medida, finalmente el 03 de Octubre del 2018 la Corte Suprema lo anuló.

El pasado 17 de Marzo el Tribunal Constitucional restituyó el indulto otorgado por el ex presidente Kuczynski en el 2017, mediante un Habeas Corpus presentado en el 2020.

Luego de ello se han producido debates y marchas en favor y en contra de esta medida, dejándose traslucir en algunas intervenciones el odio desmedido hacia Alberto Fujimori que subyace en un sector de la ciudadanía.

Esto se origina en una campaña mediática a través de los medios de comunicación y en charlas y programas desarrollados en las aulas de los colegios, institutos técnicos, universidades y organizaciones sociales, donde se ha tergiversado lo que los peruanos vivimos en el Proceso de Pacificación de nuestro país, logrando engañar a jóvenes e incautos.

Cuando asume la Presidencia Alberto Fujimori en 1990 las Organizaciones Terroristas Sendero Luminoso y Túpac Amaru, se habían constituido en las más sanguinarias del mundo occidental, atacando con extrema crueldad a poblaciones indefensas, realizando paros armados, colocando coches bomba, asesinatos a policías y militares y a comuneros e indefensos ciudadanos, secuestros, destruyendo torres de alta tensión y la infraestructura de nuestro país, originando pérdidas por S/25,000 millones.

Al ser detenidos estos terroristas amenazaban a los jueces que muchas veces los dejaban en libertad o los asesinaban como sucedió con el juez César Ruiz Trigoso, asesinado cobardemente 48 horas después de sentenciar al DDTT Osmán Morote, el número dos de la OT-SL.

Para contrarrestar este accionar el Expresidente Fujimori tomó la decisión de crear los Tribunales sin Rostro, para sentenciar a los terroristas sin poner en riesgo la vida de los jueces; implementó el delito de traición a la patria para condenar con cadena perpetua a sus dirigentes, las que fueron anuladas en el gobierno de Valentín Paniagua; también se formaliza la posibilidad de las delaciones que eran premiadas con reducción de condenas.

Adicionalmente se apoyó desde el gobierno el accionar de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional y se crean 7,963 Comités de Autodefensa, tarea bajo la responsabilidad de los Comandos Políticos Militares en las Regiones Ayacucho, Apurímac, Huancavelica, Junín y Ucayali.

Fueron estas decisiones las que permitieron avanzar en el Proceso de Pacificación de nuestro país.

Los casos Barrios Altos (1991) y la Cantuta (1992) fueron judicializados condenándose a los autores materiales de los mismos. Sin mayores pruebas fue condenado el Expresidente Alberto Fujimori por autoría mediata.

Estos casos no constituyen delitos de Lesa Humanidad ya que el Perú se incorporó a la Corte Penal Internacional en el 2002 y es en ese organismo donde se desarrolló esa figura jurídica, no es aplicable la retroactividad en delitos anteriores a esa fecha, lo que ha sido confirmado por el TC. 

Hacemos votos para que se respete el indulto otorgado aquí y en la Corte IDH, dejando de lado odios que nos denigran como sociedad.

1 comentario en “EL ODIO EXACERBADO”

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