reactivación económica en serio riesgo

El INEI acaba de confirmar que el impacto de la pandemia en nuestra sociedad ha sido muy grave: Un 30.1% de los peruanos se encuentra en situación de pobreza, un aumento de 9.9% en solo un año y un retroceso de 10 años en esta lucha que es el gran tema pendiente en el Perú.

Este es uno de los legados que nos dejó Vizcarra con las medidas de aislamiento social que le hicieron un grave daño a la economía y no aliviaron la mortandad de la pandemia.

En medio de esta preocupante situación estamos ad portas de la elección del Presidente de la República que regirá los destinos del Perú en los próximos cinco años y tenemos que el candidato presidencial Castillo impulsa acciones de índole político que agravarán la desconfianza, ahuyentando la inversión y agudizando la ya preocupante situación de nuestra economía; su obsesión por convocar a una Asamblea Constituyente que es anti constitucional, originaría una situación de incertidumbre por los próximos dos años, en que desaparecerían miles de puestos de trabajo más, en lugar de incentivar la inversión para recuperar los más de dos millones y medio de puestos de trabajo perdidos en la pandemia.

Peor aún en un país como el Perú que tiene una riqueza minera inmensa en su subsuelo, donde el 80% de ella permanece bajo tierra, plantea Estatizar/Nacionalizar las empresas ya instaladas en nuestro país, poniendo en riesgo 56 mil millones de dólares de 46 proyectos que según el Ministerio de Energía y Minas están en cartera de inversión.

Todo esto no solo expandiría nuestra producción y los despachos al exterior de minerales, sino que darían lugar a una mayor recaudación fiscal de varios miles de millones de soles.

Esta situación se da en medio de un alza impresionante del precio del cobre a nivel mundial, si comparamos su precio con el de hace 10 años se ha triplicado en la actualidad. En lugar de aprovechar esta coyuntura Castillo se dedica a hostigar la inversión, cuándo lo inteligente sería hacer lo contrario, ya que el cobre es un metal clave en la lucha contra el cambio climático, necesario para los autos eléctricos y las industrias verdes en general, como la eólica y la solar.

Parece que este señor no percibe que estamos en un mundo globalizado y en competencia con otras naciones, por lo que si las grandes compañías en nuestro país vislumbran situaciones inapropiadas para sus inversiones, se las llevan, como acaba de hacer la Southern con la inversión que tenía proyectada para Conga, se la ha llevado a México.

La minería aporta en el Perú el 47% de sus utilidades en impuestos y otras contribuciones y no el 20% que dice Castillo. En Chile es el 40.7% y en Canadá 35.5% (IPE 2019); tratar de aumentar estos aportes violando contratos ya vigentes, puede originar que el Perú sea llevado a tribunales internacionales.

Para terminar de agravar la situación, Castillo quiere revisar los Tratados de Libre Comercio con otros países, los que nos han permitido ampliar nuestros mercados internacionales.

En conclusión, promesas populistas que el pueblo aplaude, sin vislumbrar las graves consecuencias que traerá seguir estas políticas, las que nos llevarían directamente al despeñadero.


El INEI acaba de confirmar que el impacto de la pandemia en nuestra sociedad ha sido muy grave: Un 30.1% de los peruanos se encuentra en situación de pobreza, un aumento de 9.9% en solo un año y un retroceso de 10 años en esta lucha que es el gran tema pendiente en el Perú.

Este es uno de los legados que nos dejó Vizcarra con las medidas de aislamiento social que le hicieron un grave daño a la economía y no aliviaron la mortandad de la pandemia.

En medio de esta preocupante situación estamos ad portas de la elección del Presidente de la República que regirá los destinos del Perú en los próximos cinco años y tenemos que el candidato presidencial Castillo impulsa acciones de índole político que agravarán la desconfianza, ahuyentando la inversión y agudizando la ya preocupante situación de nuestra economía; su obsesión por convocar a una Asamblea Constituyente que es anti constitucional, originaría una situación de incertidumbre por los próximos dos años, en que desaparecerían miles de puestos de trabajo más, en lugar de incentivar la inversión para recuperar los más de dos millones y medio de puestos de trabajo perdidos en la pandemia.

Peor aún en un país como el Perú que tiene una riqueza minera inmensa en su subsuelo, donde el 80% de ella permanece bajo tierra, plantea Estatizar/Nacionalizar las empresas ya instaladas en nuestro país, poniendo en riesgo 56 mil millones de dólares de 46 proyectos que según el Ministerio de Energía y Minas están en cartera de inversión.

Todo esto no solo expandiría nuestra producción y los despachos al exterior de minerales, sino que darían lugar a una mayor recaudación fiscal de varios miles de millones de soles.

Esta situación se da en medio de un alza impresionante del precio del cobre a nivel mundial, si comparamos su precio con el de hace 10 años se ha triplicado en la actualidad.

 En lugar de aprovechar esta coyuntura Castillo se dedica a hostigar la inversión, cuándo lo inteligente sería hacer lo contrario, ya que el cobre es un metal clave en la lucha contra el cambio climático, necesario para los autos eléctricos y las industrias verdes en general, como la eólica y la solar.

Parece que este señor no percibe que estamos en un mundo globalizado y en competencia con otras naciones, por lo que si las grandes compañías en nuestro país vislumbran situaciones inapropiadas para sus inversiones, se las llevan, como acaba de hacer la Southern con la inversión que tenía proyectada para Conga, se la ha llevado a México.

La minería aporta en el Perú el 47% de sus utilidades en impuestos y otras contribuciones y no el 20% que dice Castillo. En Chile es el 40.7% y en Canadá 35.5% (IPE 2019); tratar de aumentar estos aportes violando contratos ya vigentes, puede originar que el Perú sea llevado a tribunales internacionales.

Para terminar de agravar la situación, Castillo quiere revisar los Tratados de Libre Comercio con otros países, los que nos han permitido ampliar nuestros mercados internacionales.

En conclusión, promesas populistas que el pueblo aplaude, sin vislumbrar las graves consecuencias que traerá seguir estas políticas, las que nos llevarían directamente al despeñadero.


Compartir

Me gusta esto:

Me gusta Cargando...
A %d blogueros les gusta esto: