Nuestra geografía nacional genera serias dificultades para brindar una educación de calidad y homogénea en todas las regiones de nuestro país, al no tener una infraestructura adecuada que permita la conectividad tanto terrestre, aérea y ahora digital que facilite el acceso de material educativo y la interacción entre los profesores con sus alumnos, indispensable en el proceso educativo.
Con la irrupción de la pandemia y la anulación de las clases presenciales se tuvo que ingresar abruptamente a la estructuración de la educación a distancia, con los medios tecnológicos que se disponían, lamentablemente existe un abismo entre las ciudades y el medio rural (67% vs 10% en zonas rurales).
Para ello se implementó el Programa Aprendo en Casa estructurado por el Ministerio de Educación, utilizando la radio y la televisión para las clases y los celulares a través del WhatsApp, donde se conectan los docentes con sus alumnos complementando lo recibido.
El uso de la conexión de internet en el año académico 2020 con una relación alumno-profesor utilizando las mismas horas al día que la educación presencial, se ha dado con muy bajo porcentaje al nivel público versus lo que se observa en los colegios privados, generándose una gran diferencia en lo logrado en el proceso educativo, incrementándose la desigualdad ya existente.
En conclusión en el año 2020 se ha hecho un gran esfuerzo entre profesores, alumnos y padres de familia, pero no ha sido suficiente, sobretodo en un país como el Perú con bajos índices de comprensión lectora y de razonamiento matemático.
Por otro lado es importante también que el Ministerio de Educación considere el año escolar del 2020 en un bloque bianual con el 2021, con el fin de compensar lo no aprendido y recuperar los logros cognoscitivos no alcanzados.
Por eso para el año académico 2021 es imprescindible que se distribuyan las cerca de 1´000,000 de Tablets, que debe haber comprado el gobierno con internet abierto a los estudiantes en situación de pobreza y que en las zonas rurales se reanuden las clases presenciales, sobretodo en áreas sin conectividad digital y con limitados servicios básicos principalmente de electricidad.
Debe también analizarse los lugares donde el índice de contagios del Covid-19 ha bajado sustancialmente y reaperturar las clases presenciales con todas las precauciones de bioseguridad, debería entregárseles a los alumnos mascarillas y mantener la distancia de seguridad que recomienda el Ministerio de Salud.
Los padres de familia van a tener un rol importante ya que ellos son los que finalmente decidirán el envío de sus hijos al colegio, debiendo asegurarse que existan kits de higiene para que los alumnos puedan lavarse las manos con agua y jabón.
Debemos también tener en cuenta que es necesario reactivar Quali Warma y darles a los alumnos la alimentación necesaria para poder asimilar adecuademente el proceso educativo.
Últimamente hemos estado preocupados como es lógico de los efectos de esta pandemia tanto en el aspecto sanitario, con pérdidas de vidas muy dolorosas y las consecuencias económicas que ha traído consigo las medidas tomadas para mitigar los contagios, ahora nos toca enfrentar las pérdidas en el proceso de aprendizaje y decidirnos a aperturar escuelas donde se cumplan los requisitos sanitarios que lo hagan viable.
2 comentarios en “EL DRAMA DE LA EDUCACIÓN EN PANDEMIA”
los países que vacunen más rápido verán su PBI normalizado en menor tiempo. La educación es pieza fundamental. Nuestro vecino Chile ha dispuesto que sus niños ya vayan al colegio alternando días y salones cuidando los protocolos. Los maestros acreditados han sido priorizados en la vacunación.
Definitivamente un país que reacciona con mucha más proactividad asumiendo riesgos y que hoy hacen la diferencia. Bravo!
La educación ademas de la formación ciudadana con valores éticos y conocimiento teórico debe de capacitar en habilidades como son la capacidad de dialogar para la resolución de conflictos, analizar situaciones, entre otras
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